Federico Insúa, que hasta el momento se encuentra en la situación normal de cualquier jugador que por pobre rendimiento es bajado a entrenar con la reserva (tal como ha acontacido con otros jugadores como Miranda y con Montserrat por ejemplo sin que nadie realizara demasiada pompa), aprovechó la situación para victimizarse mediáticamente, adoptando el estilo del presidente que lo trajo al club.-
Este es un resumen de sus dichos a diversos medios:
“Tomaron una decisión para mi, injusta. Hoy me toca entrenar con Gaby (Milito), para mi es un orgullo y lo tengo que tomar contento.- Mis compañeros me llamaron; pero les pedí que no se metan, que piensen en el partido de mañana y después se verá que pasa. Fue lindo que me llamen y me vengan a buscar al vestuario.- Lo tomo con naturalidad a esta altura de mi carrera. Queda en evidencia de que esto no es futbolístico y me deja tranquilo. Solamente deposité un cheque y tomaron esta decisión. Las acciones se marcan por sí solas.- Desde julio a hoy, el DT debería haber tenido otro trato y no debería permitir estas cosas como cabeza de grupo. Como cabeza de grupo tenés que marcar tu territorio. Yo lo hago. Ahora ya se sabe que no era futbolístico, ¿Qué va a decir ahora? No tengo nada contra el muchacho. Ojalá le vaya muy bien.- Yo entreno bárbaro, porque también tengo que dar el ejemplo a los más chicos. De mi no van a decir nada malo en el club. No te digo jugar siempre, pero de ahí a no jugar nunca, me parece raro. Creo que se tenía que haber manejado de otra forma. Voy a seguir jugando, al menos 2 años más”.-
¿Podrá Insúa jugar dos años más en el lamentable estado físico en que se lo ve? ¿En que divisional del futbol argentino lo hará? ¿O lo hará en un torneo asiático o alguna liga norteamericana de menos calibre? El tiempo lo dirá naturalmente.
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