Ambos vienen de dos partidos sin ganar, por lo que buscarán una recuperación similar pero con diferentes objetivos. San Lorenzo e Independiente se enfrentarán a partir de las 16, en el Gasómetro (con arbitraje de Darío Herrera), en el primer clásico que disputan desde que los de Avellaneda regresaron a Primera División. No será un partido más: aquel descenso de Independiente, en 2013, se consumó justamente tras una derrota como local ante San Lorenzo.
Edgardo Bauza tiene un objetivo clarísimo: poner el equipo a punto para el Mundial de Clubes de diciembre. Y el técnico deberá afrontar este compromiso con una baja inesperada, ya que Pablo Barrientos fue desafectado de los concentrados, por precaución, tras sufrir una molestia en el isquiotibial derecho, en la última práctica de la semana. Por eso el entrenador echó mano al doble 9, que no funcionó del todo bien durante el torneo. Prósperi, que estaba en duda, finalmente jugará y Buffarini se mantendrá como volante por la derecha. Fontanini, en tanto, reemplazará al suspendido Kannemann. Seguirá Kalinski, mientras Ortigoza irá al banco.
En Independiente, Jorge Almirón continuó evaluando variantes hasta el cierre de la semana. Probó con Breitembruch de lateral y Zárate de volante por la derecha, pero no terminó del todo satisfecho. Por eso, respecto a la formación que viene de empatar con Defensa y Justicia, dejaría a Zárate de 4 y haría ingresar a Méndez, Vidal y Lucero en lugar de Bellocq, Pisano y Pizzini. Eso haría que jugara con un esquema de tres volantes, un enganche (Montenegro) y dos puntas. A su vez, la AFA le aceptó el pedido para incorporar un futbolista por el lesionado Vallés.
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