martes, 29 de abril de 2014

Clarín: "Independiente volvió al triunfo entre nervios e inseguridades"


Independiente volvió al triunfo entre nervios e inseguridades

POR SEBASTIÁN VARELA DEL RÍO

Al equipo de De Felippe le costó mucho ganar. Dos veces estuvo en ventaja y le igualaron. Su arquero Diego Rodríguez marcó el tanto decisivo. Sigue fuera de la zona de ascenso.


29/04/14 CLARIN
El Diablo se escapó de ese precipicio del infierno personal con poco encanto y mucho nervio. Se fugó por unos días, con la calma mentirosa que ostenta un resultado de emergencia. Conceptualmente, a Independiente lo siguen quemando sus incapacidades y si bien logró el triunfo necesario ante un correcto Sportivo Belgrano, mostró sus inseguridades al agrandar a un rival que en otro momento le hubiera resultado más sencillo. Así vive Independiente, al día, puchereando y lleno de histeria.
El primer tiempo fue otro capítulo de esa historia, cada vez más densa, cada vez más caliente, de Independiente en la B Nacional. Mientras los de afuera continúan insistiendo con que sus futbolistas “juegan con nadie”, a los de adentro les cuesta un montón resolver sin urgencias, o con relativa simpleza, sus compromisos antes los mejores y/o los peores de la categoría.
El primer tiempo de anoche fue más de lo mismo. Al equipo que conduce Omar De Felippe le demandó más o menos un cuarto de horaacomodarse a la propuesta de Sportivo Belgrano. Que con el GordoFrancia como eje, manejó la pelota con cierta prolijidad. Y en cuanto se dio cuenta de que enfrente había un oponente con grietas indisimulables, se animó más de lo que se supone va a hacerlo cualquier rival en su visita a un estadio con tanta historia.
Poco había sucedido antes de que Tula pusiera el 1-0. En dos disparos, de Fredes y Pisano, con poco futuro y un misil de Vidal que pasó cerca de un palo, se consumió toda la producción en ataque de aquella media hora. Hasta que el zaguero central, que anoche jugó con una máscara para proteger su nariz, encontró el último de una serie de rebotes y vulneró a Rigamonti.
Si alguien supuso que el Rojo había encontrado algo de serenidad para el tiempo por venir, otra vez la realidad le dio un cachetazo. Porque el equipo cordobés se fue encima de Rodríguez, dispuso con Mazzola de una chance inmejorable -fue en el área chica- para empatar, hasta que Medina, de cabeza, clavó el empate.
En medio de fastidio, insultos e incredulidad, Vidal, con la confianza que deber tener un mediocampista central de cualquier equipo con objetivos mayores, disparó un tremendo derechazo, desde fuera del área, y metió la pelota contra el palo de la mano izquierda del arquero.
El segundo tiempo fue con más complicaciones para el local. Porque nuevamente desde la calidad de Francia para manejar la pelota, Sportivo Belgrano mostró decisión para ir por el empate. Que llegó otra vez por arriba, con un tiro libre de Francia que Martorell incrustó de cabeza en un ángulo.
Tambaleante, Independiente estuvo como de oferta por un largo rato. Como en esa jugada a los 14 minutos, cuando Insaurralde desbordó una vez más a Morel Rodríguez, Miranda hizo rebotar su tiro contra un poste y Francia, de frente al arco, la tiró afuera.
Con más intensidad que juego, el Rojo buscó con Mancuello, Montenegro, Pisano y Penco, a quien De Felippe le dio minutos en cancha en lugar de Fernández. Hasta que en un centro frontal, en una jugada típica de roce entre uno que ataca y otro que defiende, Medina manoteó a Penco y Maglio cobró un polémico penal. Este vez, el RusoRodríguez, quien más de una vez evitó una derrota, se hizo cargo de la ejecución para que los nervios se transformaran en victoria.

“Tengo la confianza de todos para patear penales”

POR NAHUEL LANZILLOTTA

Diego Rodríguez recalcó la importancia de la victoria. De Felippe fue claro: “Había que ganar como sea”.

29/04/14 CLARIN
Del error al gol del triunfo. De arco a arco, nunca mejor dicho. Esa fue la noche que vivió Diego Rodríguez, el futbolista más regular de Independiente en este vía crucis por el que transita en la B Nacional, ese que pocas veces bajó su rendimiento y que con sus manos salvó varios puntos para su equipo.
El Rusito comenzó una noche complicada en Avellaneda: en el primer gol de Sportivo Belgrano quedó estacado debajo de los tres palos en un centro que era sencillo para él al corazón del área chica. Incluso el arquero se lamentó esa situación con insultos al aire.
Pero como demostró desde que tomó el arco de Independiente, tuvo la personalidad suficiente para revertir su actuación. En el segundo gol de los cordobeces no tuvo responsabilidad y luego se hizo cargo de patear un penal (mal sancionado por Maglio) cuando el estadio era un hervidero. Si, porque Independiente empataba y los hinchas, ya sin Javier Cantero como foco de los insultos, apuntaron de lleno hacia los jugadores.
Eso a Rodríguez no le importó. El arquero, que ya había pateado (y convertido) ante Banfield por esa vía, cruzó toda la cancha, acomodó una pelota que quemaba en el punto del penal y la colocó contra un palo. El festejo fue un desahogo.
“Hay que atajar las que van adentro nada más. Tengo la confianza de todos mis compañeros para patear penales, que es lo más importante. El Rolfi y Tula me tranquilizaron”, dijo el arquero. Y agregó: “El grupo está bien. Los resultados no se nos daban por distracciones. La victoria nos va a venir bien para trabajar y corregir los errores”.
De Felippe, por su parte, destacó que “me iba a ir caliente si perdíamos o empatábamos. Hace una semana lo dije y vamos a bancar hasta el final”. Y cerró: “Había que ganar como sea porque se nos acercaron demasiado muchos equipos. ¿Si fue penal? No lo vi, pero no hablo ni cuando nos cobran a nosotros; no lo voy a hacer ahora”.

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